Gustau Muñoz
Ací baix trobareu reproduïda la nota de propaganda que un editor independent i ‘indòmit’ envia als mitjans per a promocionar la reedició d’un llibre d’Ernst Jünger. No s’hi pot acumular més falsedat, tergiversació i edulcoració, en tan poc espai, a propòsit d’un tòtem del totalitarisme amagat, emboscat, dissimulat, del segle XX. Que és presentat ací com un heroi del pensament lliure i rebel.
Autor admirat per Hitler, membre de les forces d’ocupació alemanyes a França durant la segona guerra mundial, publicista als anys vint favorable a la revolució conservadora que preparà el terreny intel·lectual, l’humus moral necessari, al nazisme… Ernst Jünger és el rei de l’ambigüitat i de l’embolica que fa fort, però destaca sobretot per la presentació de la guerra -de la violència extrema- com un espectacle estètic grandiós. Les virtuts de la guerra com a higiene social i de la força bruta i la violència com a tal són una senya d’identitat del feixisme.
Té molts admiradors entre els anarquistes de saló, els anarquistes de dretes, i alguns desinformats. Jünger forma part, no cal dir-ho, de l’imaginari de la dreta neofeixista, que exalça escriptors com Agustín de Foxá o César González Ruano, gent de l’estirp de Drieu La Rochelle o Céline, que tancaven els ulls o s’aprofitaven de les masacres, les tortures, les persecucions i els assassinats de tanta i tanta gent a Europa. Còmplices en tot cas, quan no botxins, de l’Holocaust, el feixisme i la tirania.
De vegades, per fer més “moderna” la cosa, són presentats com a crítics de la civilització, de la tecnologia, de l’ordre burgès, en nom de la naturalesa o de les filosofies orientals, o de no se sap quina metafísica d’ocasió. Enllacen així amb gent com Julius Evola, i altres ideòlegs de la nova dreta europea.
És evident que sense una anàlisi crítica, sense la deguda contextualització histórica, són del tot inadmissibles les lloances indiscriminades, els enganys i la superxeria que vol donar gat per llebre. De cap manera es pot admetre una lectura tan superficial. No fa molt a Alemanya es va publicar l’obra periodística, el publicisme polític de Jünger als anys 20 i després. Un volum de 800 pàgines que deixava les coses clares, si encara calia, amb el necessari rigor i contextualització. Jünger fou un pensador i activista polític sui generis, però totalment còmplice del nazisme en procés de formació.
L’anècdota ací comentada, aquesta nota de premsa, en realitat d’anècdota en té ben poc. És una mostra més de com a Espanya, a diferència d’Alemanya, s’està lluny d’haver examinat amb ulls crítics el passat feixista, de com els mites no són sotmesos a anàlisi rigorosa, i com es deixa passar mercaderia avariada sense el necessari sedàs de la crítica histórica. Feixisme banal.
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Estimados amigos,
El lunes 25 de enero se pondrá a la venta Los titanes venideros. Ideario último, de Ernst Jünger.
Aquí podéis leer un fragmento, y esta es la información de contracubierta y solapas:
Los titanes venideros es el testamento intelectual de Ernst Jünger, escritor, soldado en las dos grandes guerras, viajero, psiconauta, hombre de ciencia y uno de los pensadores más lúcidos y polémicos de nuestro tiempo.
El volumen recoge la serie de entrevistas realizadas por el periodista Antonio Gnoli y el filósofo Franco Volpi en 1995, tres años antes de la muerte de Jünger, en las que el autor no solo analiza los episodios fundamentales del siglo XX (la Belle Époque, las dos guerras mundiales…) y retrata a las figuras que han marcado la cultura y el pensamiento (Picasso, Gide, Céline, Yourcenar, Heidegger…), sino que también arroja luz sobre nuestro presente, «un momento de transición nebuloso» dominado por la técnica y el nihilismo que la acompaña, en el que «las fronteras ya no tienen validez». Al mismo tiempo, Jünger vislumbra los nuevos mitos e ideales en el horizonte: «los titanes venideros».
«[Jünger ofrece] tal vez el mejor ejemplo, y el más transparente, de resistencia individual, de las inmensas dificultades a que se expone un individuo cuando quiere conservar intactos sus valores y su concepto de la verdad en un mundo en que verdad y moral han perdido toda expresión reconocible.» Hannah Arendt
«Los dos éramos emboscados, tanto en el sentido real como en el figurado. Preferíamos el bosque a la ciudad, nos retiramos de la vida urbana a vivir en medio de la naturaleza. Pero también en un sentido metafórico nos hicimos selváticos, nos convertimos en rebeldes, en anarcas, como a él le gustaba decir.» Albert Hofmann
«Un majestuoso himno a la dignidad humana. Desde las antípodas del ánimo patético y el victimismo, Jünger nos recuerda que el tema de nuestra vida sigue siendo resistir a la opresión, sean cualesquiera sus formas, y que de mantener dicha resistencia se derivan innumerables alegrías. […] Una voz inigualablemente libre que entronca con la gran tradición espiritual de Occidente y Oriente.» Antonio Escohotado
Ernst Jünger (Heidelberg, 1895-Wilflingen, 1998), cultivador de la crónica, el ensayo y la novela, soldado en las dos grandes guerras, viajero, psiconauta y hombre de ciencia volcado hacia el estudio de la naturaleza, es una de las figuras más lúcidas y polémicas del siglo XX.
Tras pasar su infancia en Hannover, huye del hogar familiar en 1913 y se alista en la Legión Extranjera francesa. Voluntario en la Primera Guerra Mundial, narra su experiencia en Tempestades de acero (1920), obra que obtiene un éxito inmediato y le vale la fama. En 1923 comienza sus estudios de Ciencias Naturales, y a finales de la década se traslada a Berlín, donde colabora en publicaciones del movimiento revolucionario conservador. Aunque su producción escrita, en especial obras como La movilización total (1930) y El trabajador (1932), suscita el interés de los nacionalsocialistas, Jünger rechaza varias veces la oferta para ocupar un cargo parlamentario y les prohíbe usar su obra con fines propagandísticos. Publica Sobre los acantilados de mármol (1939), su respuesta al totalitarismo, y al estallar la Segunda Guerra Mundial es destinado al mando alemán en París, donde conoce a diversas personalidades de la cultura. La publicación de Jardines y carreteras (1942) le vale la censura por parte del régimen y, tras el atentado contra Hitler en 1944, el mando alemán de París, involucrado en los hechos, es disuelto, y Jünger licenciado del ejército. Para entonces ya ha comenzado a circular de forma clandestina La paz, que se publicará en 1946 fuera de Alemania, ya que inicialmente también el gobierno militar británico de la zona ocupada le prohíbe publicar.
En la década de los 50 se traslada a Wilflingen, en la Alta Suabia, donde vivirá retirado hasta el final de sus días, compaginando la entomología y los viajes por Europa, Asia y África con su actividad como escritor, en la que destacan sus diarios.
A la espera de vuestra respuesta, os agradecemos la atención prestada.
Saludos cordiales,
Roberto Ramos Fontecoba Editor Página Indómita