Contra el cessament de professionals de la Sanitat Pública a Castelló

Gustau Muñoz

Hi ha notícies importants que sovint, per la fragmentació d’espais comunicatius, no troben el ressó general que mereixen. Daniel Geffner, portaveu de Podem, ha denunciat a les Corts Valencianes -fent-se en aquest cas portaveu d’un amplíssim malestar de professionals, pacients, ciutadans, societats científiques i associacions pro sanitat pública- una actuació poc meditada i injusta de Carmen Montón (PSOE), consellera de Sanitat del govern presidit per Ximo Puig i vicepresidit per Mónica Oltra.

“Primer les persones”? Com es compagina això amb la destitució -motivada en darrer terme per insídies- de dos professionals altament qualificats, honrats, benvolguts i dedicats en cos i ànima a la sanitat pública?

Potser la intenció era rentar la imatge de la consellera? Però s’aconsegueix justament el contrari cedint a pressions intolerables i a interessos i privilegis derivats d’anys de clientelisme del PP i que la profesional desautoritzada (Maria José Monedero) estava desmuntant. Dit clarament: ha xafat alguns ulls de poll, i això ha generat una campanya que la Conselleria no ha sabut gestionar. Hauria d’haver defensat els professionals, i ha fet el contrari.  Vet ací la clau d’un episodi que té una gran significació, i que hauria de fer reflexionar. Puig i Oltra haurien d’interessar-se pel cas.

La informació recollida ací baix explica en línies generals un afer que s’ha esdevingut a Castelló, però que va molt més enllà. Es va publicar al diari El Mundo (Comunitat Valenciana, Castelló) el 28 d’abril de 2016).

 

 

<<El portavoz de Sanidad en les Corts Valencianes, Daniel Geffner , ha valorado negativamente los ceses en Dirección de Atención Primaria en el departamento de Salud de Castellón. Considera que ” ha generado profundo malestar en amplios sectores, no ha resuelto los problemas que enfrenta la sanidad pública en atención primaria, ha debilitado los sectores que quieren ver un cambio real , y no ha apagado las críticas de la oposición del Partido Popular.”

El caso se refiere al cese del jefe de zona básica de salud del centro de salud Rafalafena y a la dimisión posterior de la directora de atención primaria del departamento de salud de Castellón.

Geffner ha recordado que le pidió a la Consellera Montón, en su primera intervención parlamentaria, que fuera audaz para enfrentarse a los retos que tenía por delante, y que debía superar resistencias, vencer inercias de 20 años de gobierno del PP y la más que previsible oposición de los “privilegiados de siempre”.

El portavoz de Sanidad ha indicado que el Partido Popular seguirá criticando la acción al gobierno valenciano, haga lo que haga, ya que su política es desprestigiar y erosionar su imagen: ” A los intereses del Partido Popular porque nada cambie en sanidad, después de su nefasta gestión, se ha unido los intereses de un reducido grupo de sanitarios que veían en peligro ciertos privilegios, mientras que la gran mayoría del colectivo sanitario están desarrollando su trabajo cotidiano con elevada carga de asistencia e intolerable tasas de temporalidad , lo que dificultan un mayor compromiso de los mismos. Privilegios por un lado, consolidados por años de clientelismo del Partido Popular, e inseguridad y precariedad de profesionales sanitarios en otro lado”.

Defensa de los cesados

Geffner, ha defendido a los cesados, “porque las acusaciones de nepotismo a la conselleria de sanidad no se sostienen; organizaciones de la sociedad civil han manifestado la calidad profesional de la personas atacadas y su compromiso con la atención primaria. La toma de postura de ACDESA- asociación en defensa de la sanidad pública de Castellón-, el claro respaldo de la sociedad científica de medicina familiar y comunitaria, así como el amplio apoyo recogido por parte de los residentes de dicha especialidad, y profesionales y trabajadores de centros de salud de Rafalafena, sindicatos, etc. lo confirman.

El matrimonio o las relaciones familiares no pueden ni deben ser argumentos para dar un cargo de responsabilidad, pero tampoco una barrera infranqueable que impide asumirlo si hay motivos y cualificación suficiente. Desde Podemos consideramos que la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública no ha gestionado adecuadamente la situación, y que la consellera de Sanidad debiera haber defendido no sólo a las personas atacadas, sino básicamente el proyecto de cambio que han simbolizado.” >>

 

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